1978, Colombia
Carolina Caycedo responde a los efectos del capitalismo global con una práctica enraizada en procesos de comunicación, movimiento e intercambio. Sus diversos proyectos, que comprenden desde acciones callejeras y mercados itinerantes a marchas públicas, germinan en su totalidad en diálogos con comunidades fuera del mundo del arte e invariablemente sus obras hacen alusión a la cultura y la economía de la calle. Para Caycedo, el ámbito de la experiencia artística se extiende más allá del estudio o el espacio de exposición hacia el ancho mundo donde vive y transita el artista. Además, considera que su público no es solamente el típico visitante de museo o de galería, sino toda persona con quien pueda llegar a interactuar en la vida cotidiana. El resultado es un arte que consiste en la creación no de objetos destinados a la contemplación estética pasiva sino de oportunidades para la cooperación y el diálogo entre una amplia gama de individuos y comunidades.
